Testimonios de la Jornada Internacional de los Apóstoles de la Divina Misericordia 2024 – Parte III

Alabando a Dios por todas las gracias recibidas durante la Jornada Internacional de los Apóstoles de la Divina Misericordia, compartimos con ustedes algunos testimonios de los participantes.

En las Jornadas Internacionales de los Apóstoles de la Divina Misericordia en Cracovia, me conmovió una charla sobre la confianza, que, junto con la misericordia, son los dos «pilares» de la espiritualidad de la Divina Misericordia. En cuanto a la confianza, podemos tomar dos caminos. El primero es que es difícil confiar plenamente en Dios, entregarle todas las preocupaciones, los problemas, los dolores de la vida para que Él se ocupe de todo. Es difícil mantener la calma y esperar que Él se ocupe de todo. Me parece que hasta ahora he seguido ese camino.

El segundo camino es confiarnos en las manos del mejor Padre del mundo. Jesús le llama «Abba – Padre». Él se preocupa por mí, por mis asuntos, quiere mi bien y me ha creado por amor. ¿Cómo no confiar en Él y dejarme guiar de tal manera que todo tenga sentido? Creo que he encontrado ese camino, ¡he encontrado al Padre (Papá) a quien quiero confiar el timón de mi vida!

Michal Suchanič, miembro del Faustínum Košice, Eslovaquia

 

Las Jornadas Internacionales de los Apóstoles de la Divina Misericordia son una oportunidad única para experimentar el poder del amor de Dios en su Hijo Jesucristo. Sentía latir mi corazón al ritmo de las oraciones comunitarias. Cada palabra, cada canción, cada momento de silencio era una oportunidad para establecer una relación más estrecha con Jesús Misericordioso, para experimentar su infinita ternura y su amor incondicional. Conocer a hermanos y hermanas de todos los rincones del mundo, unidos por el mismo deseo de convertirse en instrumentos de la misericordia de Dios, y escuchar sus testimonios, conmovió profundamente mi corazón. Comprendí cómo Dios actúa de manera misteriosa en la vida de cada uno, convirtiendo las heridas en fuerza y el miedo en amor. En aquellos días, confié a Jesús Misericordioso y a Santa Faustina mi deseo de convertirme para siempre en apóstol de la Divina Misericordia, para llevar la luz y el amor incondicional de Cristo a todas las personas con las que me encontrara. Contemplando mi vida y mi vocación, he llegado a comprender que la misericordia no es sólo un sentimiento, sino un compromiso concreto/específico de servir al prójimo, de perdonar y de entregarse, para que todos podamos vivir a la sombra del amor de Dios. Jesús, ¡confío en Ti!

¡Muchas gracias!

Stefania Campanella, voluntaria del Faustinum, Italia

 

Doy gracias a Dios por habernos permitido participar en las Jornadas Internacionales de los Apóstoles de la Divina Misericordia, a pesar de la guerra que está teniendo lugar en el Líbano.

Disfruté de la excelente organización, de las conferencias, de la cálida acogida y de las comidas preparadas con amor. Los encuentros con Jesús me brindaron la oportunidad de profundizar mis conocimientos y reafirmar mi promesa de llevar el mensaje de la Divina Misericordia a mi comunidad.

También tuve la oportunidad de conocer a muchos participantes con los que intercambié experiencias.

Permaneceremos siempre en unidad orante para que la Divina Misericordia llegue a los corazones y a las almas de las personas que viven en el mundo entero.

Lina Issa, Líbano

 

¡Que la paz del Señor esté siempre con ustedes!

Estoy muy feliz de haber participado en la IV Jornada Internacional de los Apóstoles de la Divina Misericordia en Cracovia – Łagiewniki.

Llegué desde mi país con muchas preocupaciones, pero durante estos tres días de oración, unidad y reconciliación estuve realmente como inmersa en la Misericordia.

Delante de la imagen de la Divina Misericordia en la capilla de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia, puse todas mis penas y problemas, junto con mis oraciones al lado de la Santísima Virgen María, Santa Faustina y San Juan Pablo II.  Participando en las misas y devociones, encontré alegría y paz interior.

Esta fue mi segunda visita a este hermoso Santuario, pero la primera vez que estuve como participante de las Jornadas Internacionales.

Disfruté mucho del programa de las jornadas, de la organización, de las charlas, de la buena traducción y de la calurosa acogida.

Muchas gracias y espero asistir al próximo congreso, si Dios lo permite.

Unidos en la oración por la paz,

Micheline Mhanna Karam, Grupo de Oración de la Divina Misericordia, Kfardebiane – Líbano