4to Domingo de pascua

Evangelio(Jn 10, 11-18)

Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa, porque es asalariado y no le importan nada las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí, como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor. Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo.Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente. Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo; esa es la orden que he recibido de mi Padre.»

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Santa Faustina anotó en su Diario (D. 367, 725, 1439)

Mi Corazón esta colmado de gran misericordia para las almas y especialmente para los pobres pecadores. Oh, si pudieran comprender que Yo soy para ellas el mejor Padre, que para ellas de Mi Corazón ha brotado Sangre y Agua como de una fuente desbordante de misericordia.

Oh Jesús mío, hoy me retiro al desierto para hablar solamente Contigo, mi Maestro y Señor. Que la tierra calle, háblame Tu solo, Jesús; Tu sabes que no comprendo otra voz que la Tuya, oh buen Pastor. En la morada de mi corazón se encuentra el desierto al que ninguna criatura tiene acceso. En él sólo Tú eres el Rey. 

Cuando entré en el refectorio, durante la lectura toda mi alma fue sumergida en Dios. Vi interiormente la mirada de Dios [dirigida] a nosotros con gran agrado. Me quedé a solas con el Padre celestial. En aquel mismo instante conocí más profundamente las tres Personas Divinas que contemplaremos durante toda la eternidad y después de millones de años nos daremos cuenta de haber apenas comenzado nuestra contemplación. Oh qué grande es la misericordia de Dios que admite al hombre a una participación tan grande en su divina felicidad, pero al mismo tiempo un gran dolor traspasa mi corazón por el hecho de que muchas almas han despreciado esta felicidad.

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  • Jesús Resucitado es el Buen Pastor. El Quiere llevarme a los brazos del Padre celestial que me ama con un amor infinito. 
  • ¿Intento escuchar la voz de mi Pastor, que me habla a cada momento en el fondo de mi corazón?
  • Le pediré al Espíritu Santo la gracia de confiar y aquietar mi corazón para poder escuchar la voz de Dios …